lunes, 30 de enero de 2012

Lo que eres.

Eres el aliento que intoxica mis miedos, eres la entereza que aplasta a la pereza con tacones de acero. Los buenos días, que acarician mis oídos con su dulce despertar, provocando una sonrisa de las de ojos cerrados y expresión risueña. Eres la pieza del puzle que encaja, la carta perdida que faltaba en la baraja, el talón de Aquiles. Eres vitamina y adrenalina para mi cuerpo, fuerza y templanza para mi mente, pasión e ilusión para mi alma. Eres Paz. Eres el sabor dulce del amargo limón, el ardiente fuego de la chimenea en un día frío que se esconde entre la niebla. La musa que inspira mis versos, mis prosas, mis palabras. El abrazo más cálido, el beso más intenso, el te quiero más sincero. Eres un sueño de los que al pellizcar te hace sentir la alegría del dolor, el dedo que aprieta el botón de mi sonrisa, el amor íntegro hasta el último milímetro, hasta el último gramo, hasta el último suspiro. Eres lo que da sentido al "siempre", al todo que llena, que completa. Eres tantas y tantas cosas, que voy a necesitar cientos de líneas para explicártelo, y aún así nunca podré darme por satisfecha. Porque siendo lo que eres, me he dado cuenta de que sin ti, yo, ni quiero, ni puedo ser nada.

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