miércoles, 25 de enero de 2012

No sabéis nada.

No hace falta que me digáis nada, ni de Él, ni de sus maneras...ya se de sobra que tiene esa sonrisa que me vuelve loca con solo mirarle, mientras observo como se acerca. Pero no tenéis ni la más jodida idea de lo que se siente cuando su cuerpo se une al tuyo, cuando te abraza, haciendo desaparecer el mundo, incluidos vosotros, y todo lo malo, se aleja. No conocéis la angustia congelada de las despedidas, cuando se queda pero se marcha, ni la ardiente felicidad de los reencuentros, con la que regresa a derretir escarchas. Porque cuando la maquina del mundo se detiene y todo me sabe a error, Él siempre funciona, y continua en marcha. Porque cuando me caigo en el agujero que sin querer he cavado, Él sonríe, y me levanta. Y malditos poetas, los buenos, que me quitan la ocasión de decirle nada mas original que "Te Quiero". Para ellos, la gloria y el talento. Para mí, el milagro de tocarle, y saber que lo que parecía imposible, es cierto.


No lo entendéis, ni lo vais a entender. No tenéis ni idea. No sabéis nada.

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