miércoles, 28 de marzo de 2012
...et quand on y croit, un nouveau jour se lève...
martes, 27 de marzo de 2012
Lucía Cristobal.
lunes, 26 de marzo de 2012
Paula Montilla.
domingo, 25 de marzo de 2012
La pequeña Laurita.
sábado, 24 de marzo de 2012
Ángela.
viernes, 23 de marzo de 2012
La que tú alimentas.
jueves, 22 de marzo de 2012
A veces.
...Y a veces, sólo a veces, miras a quien te mira y quisieras tener el poder necesario para ordenar que en ese mismo instante se detuvieran todos los relojes del mundo.
A veces, sólo a veces, gran amor.
martes, 20 de marzo de 2012
Días largos lo suficientemente buenos.
lunes, 19 de marzo de 2012
sábado, 17 de marzo de 2012
No te salves.
No te quedes inmóvil al borde del camino. No congeles el júbilo, no quieras con desgana, no te salves ahora, ni nunca, no te salves, no te llenes de calma. No reserves del mundo sólo un rincón tranquilo, no dejes caer los párpados pesados como juicios, no te quedes sin labios, no te duermas sin sueño, no te pienses sin sangre, no te juzgues sin tiempo. Pero si pese a todo no puedes evitarlo, y congelas el júbilo, y quieres con desgana, y te salvas ahora, y te llenas de calma, y reservas del mundo sólo un rincón tranquilo, y dejas caer los párpados pesados como juicios, y te secas sin labios, y te duermes sin sueño, y te piensas sin sangre, y te juzgas sin tiempo, y te quedas inmóvil al borde del camino, y te salvas...entonces, no te quedes conmigo."
viernes, 16 de marzo de 2012
Párate a pensar...
"Se cabezota. Píntate la cara hasta que todos piensen que eres una hortera. Bebe cerveza hasta que no puedas acumular mas líquido en tu vejiga. Emborráchate. Mánchate la cara de chocolate y cómetelo. Baila hasta que te duelan los pies. Canta, aunque no sepas hacerlo. Habla por teléfono hasta que tu padre te diga que llevas 2 horas. Juega. Falta a clase. Escucha rock a tope hasta quedarte sorda. Hazte un peta. Cáete de un escalón . Dile a tu mejor amiga lo importante que es. Canta en inglés delante de 20 guiris. Mira fijamente a esa tía que de una bofetada te puede matar. Enamórate. Hasta el final, hasta el último gramo. Dile a tu novio lo bueno que está su mejor amigo. Duerme sólo para soñar, no para descansar. Métete en su cama inesperadamente. Ódiale. Quiérele. Cómete tantos mares como lunares tengas en el cuerpo. Miente, porque por cada verdad hay una mentira. Cómprate la ropa 3 tallas mas grandes, es más cómoda. Ve mil veces "un paseo para recordar" sólo porque te trae buenos recuerdos. Rompe la dieta. Léete un libro en holandés sólo porque su portada transmite algo. Viaja a ese lugar que nunca pensaste que existiría. Ríe, llora, vive...párate a pensar, tan solo un segundo, y dime si estos momentos no los recordarás para siempre...dime que estos no son capaces de ponerse por encima de todos aquellos malos que puedan venir."
jueves, 15 de marzo de 2012
Casi a medias.
martes, 13 de marzo de 2012
25 horas al día.
domingo, 11 de marzo de 2012
Decisiones que pide el cuerpo, pero dañan el alma.

sábado, 10 de marzo de 2012
Graciasporquererme.
Hay momentos en los que no puedes evitar que se te dibuje una jodida sonrisa en la cara, y que se quede pintada ahí, durante horas, incluso cuando tienes la boca cerrada. Sonríes por dentro, te sonríe el alma. Felicidad, lo llaman. No creo que se trate de un estado permanente, y aunque pienso que es posible que uno sea capaz de sentirse feliz por sí mismo y por sus propios méritos, no se alcanza la felicidad plena hasta que no es otra persona la que consigue dibujarte esa sonrisa y generar en ti ese sentimiento. En cambio hay momentos en los que no puedes evitar que se te empañen los ojos de lágrimas, y acaben arrastrándose por tus mejillas, sin hacer ruido, sin emitir sonido. Lloras por dentro, te llora el alma. Tristeza, lo llaman. No creo que se trate tampoco de un estado permanente, y aunque pienso que es posible que uno sea capaz de sentirse triste por sí mismo y por sus propios pensamientos, no se alcanza el estado de tristeza más elevado hasta que no es otra persona la que consigue hacer que tus ojos se empañen con esas lágrimas, y generar en ti ese sentimiento. Y justamente este, ha sido uno de esos momentos.
La mejor manera de impedir que alguien te cause dolor es no dejar que tu corazón sepa de su existencia. Si sientes que ya es demasiado tarde, es porque realmente le quieres, y le quieres mucho. Infinitos Millones de Montones de Gracias, por quererme tanto.
martes, 6 de marzo de 2012
Es mejor no escuchar nada.
Siempre estará contigo. Siempre estará entre nosotros.
lunes, 5 de marzo de 2012
La noche sigue. La noche siempre sigue.
Viernes 2 de Marzo. Una menos cuarto de la madrugada en el viejo reloj del ayuntamiento de la ciudad. Mónica camina con aires firmes y desenfadados hacia el club Estrella. Tiene prisa, llega tarde. El viento sopla con fuerza en sus oídos, y hasta parece querer avisarla de algo, aconsejarla para que no vuelva a ese lugar…como todas las noches. Es la sensación de todas las noches, pero siempre sigue. La noche siempre sigue. Todavía recuerda aquel primer jueves del verano de 1993, cuando apenas había cumplido los añorados dieciséis, y su padrastro, el tío Marco, un borracho arruinado que vendía cualquier cosa por una buena copa de vino, la arrastraba hacia aquella puerta destartalada de luces rojas intermitentes. Una academia de actrices, como a la que fue su madre, le decía. No volvió a ver al tío Marco más por el club Estrella…pero desde entonces, ella no había conseguido salir. En realidad, la diferencia entre aquellos hombres de vidas miserables, aliento nauseabundo y dientes amarillos y su tío, era mínima: Ellos le pagaban. Le pagaban por entregarse a ellos. O al menos eso era lo que creían. Ella nunca se entregaba. Solo mostraba su cuerpo, y se dejaba hacer. Pero se sentía virgen, la más pura y casta virgen de alma. Nunca se había enamorado, pero estaba convencida de que algún día, lejos de allí, el hombre de su vida aparecería para rescatarla de toda esa jodida mierda que la rodeaba, y caminaría de su mano por la playa. Y mientras su cuerpo era recorrido por sucias manos, día tras día, noche tras noche, ella se ausentaba de aquella cama de sábanas desgastadas, manchadas de gritos ebrios y de gemidos sordos, y se sentía recostada junto a las rocas, con los pies descalzos entre las olas que rompían a la orilla de su playa. Y descansaba en paz. El paseo tranquilo con la arena bajo sus sandalias de cuero roto era el camino que recorría hasta las puertas del club Estrella cada día, desde que había cumplido la edad suficiente como para no estar allí retenida, y poder recibir un salario con el que mantener un pequeño apartamento en la zona más vieja del centro. Se detiene, una vez más, frente al letrero luminoso de siempre. Mauro, el portero gordo y calvo, le saluda con un gesto que bien podría resultar agradable si no fuera porque tres noches antes la había violado en el callejón del aparcamiento. Si es que aquello podía considerarse una violación, porque reconoce que no opuso demasiada resistencia...no es que quisiera, pero no tenía nada que hacer. La noche sigue. La noche siempre sigue. Sube apresurada los escalones de alfombra azulada y gris…gris polvo, gris barro. Pasa por la oficina del jefe a pedir perdón por llegar tarde…error, porque le interrumpe el colocón, y tras tener que soportar como se mete una ralla, no le queda otro remedio que chupársela. La noche sigue. La noche siempre sigue. Entra al baño a vomitar la rabia, y tras retocarse el maquillaje, ocupa su lugar en el escenario. Dos hombres viejos y bien vestidos en primera fila discuten puro en mano sobre temas de negocios. Parecen sobrios, pero el hombre de la derecha, el feo, está cada vez más alterado. El de la izquierda, el guapo, el de los ojos claros como los de ella, intenta tranquilizarle, pero sus esfuerzos resultan cada vez más inútiles. Es la primera vez que los clientes consiguen llamar la atención de Mónica, que abandona su amaca bajo el sol y se introduce entre las sombras. El hombre de la derecha se levanta, y saca de su americana un cuchillo afilado y gris, como el polvo, como el barro. La joven se abalanza sobre el hombre de la izquierda, intentando protegerle, y el cuchillo se introduce en lo más profundo de su pecho, dejando salir un ligero hilo de sangre que pronto se convierte en un gran charco bajo sus rodillas, al caer doblada. El hombre de la izquierda intenta sujetarla, pero su cuerpo entero tiembla. Tiembla de pena, tiembla de miedo, observa a la joven que muere por salvarle…una desconocida, de corazón noble, que ni si quiera en su último aliento, ni aún dando su vida por él, ha sido reconocida por su padre. El hombre de la derecha sale del local, un viejo amigo del dueño, apoyado sobre la barra del fondo, policía, cubre los restos, y soluciona todo. En este tipo de negocios, siempre hay que tener amigos de esos. La noche sigue. La noche siempre sigue.
Pero ya no para mí.
domingo, 4 de marzo de 2012
La mejor manera de despertar.
viernes, 2 de marzo de 2012
Donde duele, inspira.
Rabia, furia, impotencia, asco. No lo soporta, no lo aguanta, y le hierve la sangre por dentro como si fuese un fuego helado que recorre su cuerpo lentamente, intentando destrozar todas y cada una de sus venas, sus arterias, sus órganos...su alma. Se tapa los oídos, se acurruca en un rincón, y no puede evitar gritar, gritar muy alto sin emitir sonido, en silencio, con los dientes sobre sus desfiguradas rodillas y sus largas piernas temblando de arriba a abajo. Y llora. Sólo llora. Ha vuelto a morderse las uñas, a no dormir por las noches, a despertar de madrugada. Pero no es nada nuevo, siempre es así. Vive entre gritos, y se acostumbra, aunque de vez en cuando se engaña, y piensa que las cosas van a cambiar. Pero no cambian, nunca lo hacen. Tiende a ignorarle, a tratar la situación como algo normal, y cada vez que le surge la mínima duda de sí lo es o no, de quién era realmente el malo y el bueno en toda la historia, intenta por todos los medios engañar a su mente para que deje de planteárselo. Lleva haciéndolo durante años, al fin y al cabo bastaba con permanecer encerrada en su habitación, subir el volumen de la música, y desconectar. Evadirse del mundo, y esperar a que terminase. Pero ya no basta. Ni si quiera cuando la situación acaba por hacerse insoportable, y sale de casa a despejarse. Ya no basta, a la vuelta el problema persiste, sigue ahí, y todo se le viene encima. Y vuelta otra vez, a más de lo mismo...la misma mierda de siempre.
Pero ahora, es diferente. Ahora, le tiene a Él.