viernes, 25 de marzo de 2011

Aula 105 ".."

En conclusión: A esa edad el "demasiado" no existe. Por muy repetitivas que puedan sonar tus palabras, nunca alcanza al "suficiente", siempre cabe una vez más. Siempre hay alguien que no te escuchó, que no lo entendió, o que creyó que lo entendió pero estaba equivocado. Puedes pasarte semana y media dibujando funciones y recordando cada 10 minutos que sólo hacen falta dos puntos para representar una recta, pero llegará el día del examen y al corregir descubrirás que todavía muchos le siguen dando tres, cinco, incluso siete valores a la incógnita, y no son capaces de reconocer la ecuación a simple vista sin necesidad de pintarlos. Sin embargo dos puntos bastan. Dos simples, pequeños e insignificantes puntos pueden representar la sorprendente y abrumadora infinitud. Y es que no hay nada más triste que ver cuándo algo bueno se termina. Cuando al punto final de los finales, no le quedan dos puntos suspensivos. Por eso cuando pregunto "¿es necesario que los pinte?" Ellos siempre dicen sí. Ellos no quieren que termine, y aunque me quede sin tiza, yo sigo pintando dos puntos.

http://www.youtube.com/watch?v=rCf1lWqE1zE&feature=player_embedded


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