jueves, 9 de febrero de 2012

Sobre los guiñoles franceses: Una reflexión para quien quiera leerla.

La Real Academia Española define el término "guiñol" (del francés, gignol) como una representación teatral por medio de títeres movidos con las manos. Su orígen es francés, de la ciudad de Lyon. El creador del guiñol fue un dentista llamado Laurent Mourguet que poco después de haber estallado la revolución francesa, inventó unas historias que escenificaba en su gabinete para distraer a sus pacientes del dolor, con marionetas de guante que se movían detrás del mostrador. Los personajes de aquel guiñol eran representaciones del gente del pueblo, con sus aspirciones, calamidades y problemas, todo ello envuelto en un tono cómico y crítico cuyo único fin era animar y entretener a los espectadores. El personajes central se llamaba Guiñol (Gignol), que prestó su nombre a perpetuidad ara este tipo de representaciones.


Lejos de todo ésto queda lo que, con una sátira extrema que oscurece en exceso el humor negro y hace saltar todos los contadores del tacto y la sensibilidad, representan los ya famosos guiñoles franceses de canal+. La vida hay que tomársela con humor, sin amarguras y aceptando las críticas de los que objetivamente intentan ayudar, y para reírse de los demás, primero hay que aprender a reírse de uno mismo. Pero hay que saber diferenciar cuándo algo puede resultar ofensivo y hacer daño y cuándo no...hasta donde tengo entendido, nuestra capacidad para razonar nos diferencia de los animales, y si bien es cierto que en algunas ocasiones es muy complicado emitir juicios de valor sobre lo que está bien y lo que está mal, en otras los límites están claros para cualquier persona que pueda diagnosticarse bajo un estado psicológico normal. Utilizar unos títeres para burlarse de los deportistas españoles, aún siendo evidente que la base de las bromas se fundamenta en la envidia hacia los méritos conseguidos por éstos, puede llegar a resultar gracioso, es algo que nosotros mismos hemos hecho, incluso puede amenizar un desayuno en el que el mal humor, al levantarte por la mañana a esas horas a las que las calles no están puestas, te acompaña. Aprovecharse de la debilidad económica de un país es una manera un poco rastrera y socorrida de hacer reír, que no debe de malinterpretarse ni recibir más importancia de la que tiene(una vez más, nosotros también lo hemos hecho). Pero atreverse si quiera a mencionar a niños enfermos de Cáncer para ello, es sucio, cruel, y lamentable. Puede que se trate de algo puntual, una ínfima parte de los vídeos en la que muchos ni si quiera os habréis parado a pensar. Pero todo tiene un límite, y en esta ocasión, se lo han saltado.

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