martes, 7 de febrero de 2012

Hasta ahora.

Se conocieron por casualidad, en una de esas situaciones tontas que merecen la pena, aunque mentirían si dijeran que no guardan un buen recuerdo de ella, o mas bien de ellos. Y con conocerse no me refiero al momento de mirarse por primera vez, pues para entonces ya se habían mirado no una, si no varias veces, posiblemente cientos de ellas...pero jamás se habían visto. Pasaban desapercibidas la una para la otra, incluso se incomodaban, a veces, no parecían encajar, o al menos no tenían ningún interés en hacerlo. Pero entonces llegó aquel día en el que se vieron, aquella noche en la que por la razón que sea, sus miradas se cruzaron y se dedicaron más de los siete segundos arrutinados en su mente por defecto. Y a aquel día, y a aquella noche le siguieron muchos más. No sabría definir el tipo de relación que tenían. Demasiado estrecha para ser considerada una simple amistad, sin circular por sus venas la misma sangre para tratarse de algo fraternal, y aunque haya quien lo insinúe, sexualmente incompatibles para ser algo más...da igual cómo considerarlas, no es necesario poner etiquetas, simplemente eran, y lo eran más aún cuando estaban juntas. Y durante casi 5 años, ni la distancia, ni los problemas, ni las malas lenguas, consiguieron separarlas jamás...ni lo habían conseguido hasta ahora.

Je vais te raconter una histoire...yo no pienso acabarla, si la acabas, la acabas tú.


No hay comentarios:

Publicar un comentario