lunes, 19 de noviembre de 2012

De Lunes.

Hay días que se respiran a bocanadas y todo el aire te sabe a poco para alimentar a tus insaciables pulmones, y días en los que te cuesta esfuerzo hasta dejar morir un leve suspiro. Días en los que la música te dibuja una sonrisa que no te cabe en la cara, y días en los que hace saltar todas tus emociones hasta que a tu alma le brotan las lágrimas. Hay días en los que te sientes guapa, la más guapa, y días en los que te miras al espejo y piensas eso de "a dónde voy yo, con esta cara". Hay días buenos, malos, regulares, grises, de colores, hay días en los que caminar descalza te deja los pies helados, días en los que estás deseando deshacerte cuanto antes de tus zapatos y correr sola junto al mar, sintiendo la arena a cada paso, y días en los que te sientes descalza, desnuda, vacía, pequeñita...sólo porque al abrir los ojos y despertar de un sueño, el ya no estaba a tu lado. Y entre tantos, y tantos días, tantas horas, tantos minutos agrupados entre sí sin saber cómo, ni por qué, ni hasta cuándo, el tiempo no usa reloj, transcurre impasible, constante, anodino...inalterable. Por eso, sea cual sea tu día, y aunque no tengas ganas de deshacerte de tu pijama de rayas y salir de tu escondite de colchón y sábanas, ponte en pie de nuevo, levanta bien la cabeza, y pase lo que pase, continua caminando.

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