viernes, 26 de julio de 2013

Matando poesía.

Ignora el silencio que nace en el espacio que queda entre tu risa y la mía cada vez que me ves, y te veo. Esa risa cotidiana y demás imposibles más que probables con ella cerca...justamente esa. Sal a la calle y cómete el mundo que pisas sin dos ruedas en línea, mírate a los pies y sigue caminando descalzo como si el asunto no fuera contigo, como si nada importara...que importa. Usa tus gafas opacas si quieres, que aunque no pueda bañarme en tus ojos, sé que tras ellas, me miras. Dibújame versos sin rima de esos que sólo tu sabes, de madrugada o al mediodía, cuando te de la gana...mientras dibujes, mientras me escribas, que no siempre soy la que escribe, que yo sé leer entre líneas. Dilo en silencio y a gritos, pon un cartel y decora hasta anuncios que digan lo lejos que estás de quererme, de comerte mis ganas de verte...que a mí no me engañas, que sé que es mentira. Y por mucho que hoy no me encuentres, y por mucho que esta noche hagas como que ni dibujas, ni sientes, ni decoras, ni miras, cuando cierres los ojos bajo el sofocante calor del que no gusta si estás bajo sábanas vacías, pensarás en "mañana será otro día...mañana la veo". Y con eso, será suficiente para que se dibuje en tu rostro la más dulce y seductora de todas las sonrisas.


No hay comentarios:

Publicar un comentario