lunes, 16 de julio de 2012

Una mancha en la hoja infinita.

Siempre he pensado que se puede averiguar mucho de una persona a través del escritorio de su ordenador. Si buscas información más personal probablemente la encuentres en Mis Documentos,  Mis Imágenes, Descargas, o en cualquiera de esas carpetas almacenadas por defecto que el sistema operativo Windows que todos utilizamos como borregos proporciona. Pero la esencia, los pequeños detalles que distinguen a una persona del resto suele encontrarse justamente ahí, en la pantalla inicial que se muestra tras encender. La mía (por supuesto, entre otras cosas) siempre tiene un documento de texto (y digo de texto porque ni si quiera es word, mi licencia gratuita se me acabó hace tiempo y utilizo open office). Generalmente no apago el ordenador, y la mayor parte de veces el documento está abierto. En él solo escribo. A veces ideas, a veces entradas de blog completas, frases o párragos de otros escritores que me gustan, incluso capítulos de libros enteros han pasado por esa hoja antes de comenzar a formar parte de lo que yo considero "su sitio". De vez en cuando hago limpieza, borro aquello que ya ha sido utilizado o que ya he colocado en el lugar al que yo considero que pertenece. Mi hoja infinita, la llamo, porque contiene todo aquello que no está listo para pertenecer a ningún lugar, no está definido, pero existe, y no tiene un límite, ni un final, ni tampoco restricciones a la hora de escribir. Esta mañana mi hoja infinita ha sido manchada por algo que aunque en el fondo son buenas noticias hubiera preferido no anotar ahí. Por eso quiero borrarlo de ella cuanto antes, y como no se bien cuál es su sitio, aquí lo dejo...una vez más, en algún sitio lo tenía que escribir.

Viernes 20 de Julio, 8:30 a.m., Clínica los Manzanos, en ayunas. Placa torax, análisis sangre, orina, electro (Anestesia). Pasar después por consulta Doctor Pérez España.

Lunes 23 de Julio, intervención quirúrgica.

No hay comentarios:

Publicar un comentario