viernes, 18 de noviembre de 2011

Distancia.

Envidia sana, o no tan sana, quizás, de quien ocupa hace tiempo en silencio el lugar que mi subconsciente hubiera querido para mí. Y ese inevitable pensamiento de "que tendrán ellas, que no tenga yo...qué tendrá ella, que no tenga yo". Inseguridad. Desconfianza.

Sinceridad contenida, impotencia, rabia, recuerdos efímeros ahogados en noches de ruido y alcohol...recuerdos de esos que lastiman el alma.

Frío, mucho frío, que detiene los latidos, que congela las arterias, y las venas, y ya no ríes, no lloras, no consigues sentir nada.

Arrepentimiento, tal vez, momentos de débil nostalgia que tornan atrás tu mirada, y te hacen pensar en el "que hubiera pasado si"...ser uno mismo, ignorar el orgullo, de otra manera...ni mejor, ni peor, simplemente, de forma diferente.

Pero inexplicablemente, absurdo, sin sentido...se, porque lo se, que ninguno tendrá lo que tienes tú.

No hay comentarios:

Publicar un comentario