viernes, 6 de mayo de 2011

Le duele la cara de ser tan guapo.

Me atrae la inteligencia. Me atrae una cara y un cuerpo cuando detrás hay una mente que los mueve de esas que merece la pena conocer. Hay mentes tan simples que en cuestión de pocas horas te aburren, te cansan, no te resulta complicado encontrar un entretenimiento mejor. Otras están bien para un rato, largo, quizás, etapas transitorias o situaciones concretas, pero todo lo que vaya más allá de eso acaba por resultar monótono. En cambio hay unas pocas que por mucho que las exprimas siempre queda jugo por sacar. Te inquietan, despiertan en ti curiosidad, desconcierto, y algunas de ellas hasta logran sorprenderte, conmoverte, te seducen de tal manera que por más que vayan y vuelvan nunca eres capaz de rechazarlas. Y no sabes cómo lo hacen, pero consiguen hacerte pensar que, de vez en cuando, sienta bien no estar solo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario