lunes, 10 de mayo de 2010

Sobre perder el camino.

Y es que no sé por qué hay tantos caminos, y parece que siempre esté de paso. Más de mil destinos en cada esquina, cientos de destinos que debemos ignorar, y otros cientos donde se supone que hay que empezar a mirar. Y esa estúpida sensación de culpabilidad por no haber crecido. No hay paz, ni tiroteo, sólo voces que se omiten, que tiemblan por no creer. Y lo peor es que lo que se escucha apenas dice nada. Gritos, que se ahogan en susurros. De todo lo que dicen apenas te das cuenta, casi te engañan, y todo aquel tiempo de cordura ya no sirve para absolutamente nada.

Por aquello que la memoria olvida y vuelve a recordar ya no cuando tú lo decides, si no cuando a ella le apetece. Por aquello en lo que crees, por todo lo jodidamente bonito que hace que creas en ello, todo lo que hace que sigas...a veces parece haberse perdido, porque no lo ves, pero…que no lo veas, no significa que no exista.

No hay comentarios:

Publicar un comentario