miércoles, 24 de marzo de 2010

Sueño de una mala noche.

Sientes que te estás abrasando viva mientras un escalofrío constante recorre tu cuerpo de arriba abajo. Sientes que necesitas echar a correr y dar saltos sin permanecer quieta ni tan si quiera un instante más, a la vez que el solo movimiento necesario para respirar te hace más daño que contener durante varios segundos la entrada de aire en tus pulmones. Sientes el deseo de gritar con furia para descargar la rabia que llevas dentro, que no puede salir porque tus cuerdas vocales ya no tienen fuerzas ni para crear el susurro. No puedes permanecer ni un solo momento más en la postura en la que te encuentras, porque te ahogas, pero tampoco puedes sostenerte de pie sin caer al suelo, y ya no sabes si es a causa del dolor, la debilidad, o una mezcla de las dos. Estás empapada de sudor, la ropa se te pega a la piel, pero es un sudor frío, un sudor que hace que tirites, que tus órganos se retuerzan por dentro, ya que por fuera no eres capaz de moverte por ti misma. Tus piernas no te responden, tus brazos no te responden…definitivamente tu cuerpo entero ha dejado de obedecerte, y tu mente parece querer seguir el mismo camino. Las lágrimas brotan de lo más profundo de tus entrañas y se deslizan por tus mejillas en silencio, ya que no te queda aliento para expulsar fuera de ti el sonido del llanto, que lejos de haber dejado de existir, retumba por todo tu interior invadiéndolo de angustia, de desesperación. Y mientras luchas por no perder el conocimiento, sin ser capaz ya de escuchar lo de fuera, una única idea hace eco dentro de tu cabeza: Que pare. Que para ya, como sea, de la forma que sea, pero que pare. No puedes definirlo, ya no distingues si es dolor, escozor, frío, calor, pero necesitas dejar de sentir lo que estás sintiendo, porque empiezas a ser consciente de que aunque tu mente luche, tu cuerpo no lo soportará durante mucho más tiempo…y es entonces cuando despiertas, todo queda en un mal sueño…pero de los peores sentimientos, nacen los mejores textos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario