viernes, 9 de septiembre de 2011

Años con la pieza fuera del puzle.

Dicen que cuando estamos a punto de morir, toda nuestra vida pasa por nuestro cerebro en imágenes. Por suerte todavía no he podido comprobarlo, pero lo que si que es cierto es que los recuerdos, sean malos, o buenos, quedan grabados en nuestra memoria de manera similar. En realidad nuestra vida se compone de imágenes, imágenes que forman un gran puzle cuyas piezas resulta complicado encajar, a veces. La mayor parte de ellas son colocadas una tras otra, de manera secuencial y sin despertar demasiado nuestra atención...hasta que, de vez en cuando, llega una de esas que te hace frenar en seco, contener la respiración, como si pulsaras el botón de pausa en la grabación de una película de acción. Todo el mundo tiene o ha tenido alguna de esas piezas. De esas que hacen que en algún momento el tiempo se detenga, te descoloque por completo, y tu puzle cobre sentido. Y aunque un instante después la grabación siga su curso, y aunque aparezcan nuevas piezas que colocar en el puzle, siempre guardarás esa ahí, sin saber bien qué hacer con ella, ni dónde colocarla, si algún día dejarán de faltarte las piezas suficientes como para encontrar su sitio dentro de tu puzle, si es que lo tiene...y su imagen queda guardada en tu memoria de una forma diferente, especial, aunque te joda reconocerlo sabes que esa pieza te marcó más que las demás....esa imagen, esa pieza, eres tú.

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