miércoles, 23 de febrero de 2011

Insomnio.

Me pregunto si llegará el día, o mas bien la noche, en la que me acueste sobre la cama, apague la luz de la lamparita de la mesilla, y casi sin que me de tiempo a arroparme se me caigan los párpados, cierre los ojos, y se haga el silencio. Y todos mis pensamientos se desvanezcan de golpe, dejando paso al sueño. Dormir de tirón, así sin más, como la mayor parte de la gente hace a estas horas cuando la cama está vacía y no hay nada más interesante que hacer en ella. Y no dar vueltas y vueltas, con los ojos como platos, la cabeza llena de ideas, y el cuerpo helado.

Y en lugar de soñar con dormir, dormir soñando.

1 comentario: