lunes, 17 de enero de 2011

Que sí. Que bien. Que vale.

No es el más guapo, ni el más cariñoso, ni el más atento. Nunca se peina ni combina los colores, lleva años comprando las mismas zapatillas, y aunque es muy inteligente dice muchas tonterías, su falta de tacto y su ácido humor pueden llegar a sacarte de quicio. Demasiado reservado a veces, incoherente otras. No es perfecto, ni mucho menos. Simplemente es él. No es algo que se pueda explicar, es más bien un sentimiento, pero sin etiqueta, transparente, íntegro. Y claro que antes hubo otros, y los creíste únicos, de los de para toda la vida, que se suele decir. Y también después, aunque sólo estén de paso, y los dejes marchar. Porque al menos por el momento, ni te transmiten, ni conectan contigo como lo hace él. Él te entiende cuando nadie te comprende, no te toma por loca, y te hace reír, te hace reír mucho. De una manera o de otra son ya bastantes años los que lleva en tu vida, y todo es tan jodidamente perfecto en esos momentos, que merece la pena mantenerlos, aunque no sepas bien por qué, ni si tiene algún sentido hacerlo, no te lo planteas, ya no. Así que qué me vais a decir de él que no sepa. Qué mierda me vais a venir a contar si soy yo la que ha estado ahí, la que está, y la que lo merezca o no, estará. No lo entendéis, ni lo vais a entender. No tenéis ni idea. No sabéis nada.

http://www.youtube.com/watch?v=jhuGfmoIv_M

1 comentario:

  1. Geniales todas las entradas.
    La que tanto te gusta mía es de los hombres de paco.

    ResponderEliminar