Para
los niños, las cicatrices son como medallas de guerra. Les gustan,
les entusiasma la idea de tener una de esas incisiones en línea
recta con puntos a los lados, como las de los piratas, o las de los súper-héroes de las películas. Los adolescentes tienden a hacer un drama
sólo de pensar que se les va a quedar una marca que deforme alguna
parte de su cuerpo, por pequeña que sea, mientras que los amantes las utilizan
como secretos que revelar, y las personas mayores narran con orgullo
historias sobre ellas a sus hijos, y nietos. Es fácil mostrar una
cicatriz, cuando ya está cerrada. Lo realmente difícil, es mostrar
la herida que aún está por terminar de cicatrizar.
-¿Qué
pasa contigo, tiempo? ¿No decías que lo curabas todo?
+Curo
todas las heridas, pero tiendo a dejar cicatrices.
Las cicatrices te hacen recordar las heridas que el tiempo curó ...
ResponderEliminar