No
pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. La
crisis, es la mejor bendición que puede sucederle a personas y
países, porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la
angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que
nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias.
Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar superado.
Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su
propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones.
La verdadera crisis, es la crisis de la incompetencia. El
inconveniente de las personas y los países es la pereza para
encontrar las salidas y soluciones. Sin crisis no hay desafíos, sin
desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay
méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque
sin crisis todo viento es caricia. Hablar de crisis es promoverla, y
callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto,
trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis
amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar por superarla.
Es bonito hablar de la crisis de esta manera (que yo también la entiendo así) cuando no se sufre directamente, pero pienso que muchas familias que la están padeciendo desde hace meses, incluso años, no verán la crisis de la misma manera que tu y que yo.
ResponderEliminarEstoy plenamente de acuerdo con tu comentario...luchar, deberíamos de luchar todos, pero algunos contamos con mejores armas que otros.
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