domingo, 21 de agosto de 2016

Tinta de domingo.

El sol se ha quedado sin alma, y yo chapoteo entre los ríos de tinta que te dedico desde mi playa, tratando de aferrarme a la vida a bocanadas mientras Chillida peina el viento en la bahía de La Concha. Lanzo agónicos intentos de llenar mis pulmones con aire, entre brazadas erráticas en medio de este mar, pero lo único que consigo es ahogarlos en tinta, engrasar mis cuerdas vocales con la negrura hasta adormecerlas. Y que todos los relojes se paren. Y que su arena envuelva a mis pies descalzos de vida. Descalzos de ti. Y es que no sabes lo desgarrador que resulta ser el autor del vacío que atormenta tus noches, la culpa del que escribe silencios con sangre y tinta, el dolor del que detrozando su propia alma trata de construirte un futuro sin la toxicidad de sus palabras. Han pasado ya más de dos años desde la última vez que bailamos. Han sido muchas noches tejiendo silencio, he quemado muchas libretas llenas de ti. He desenfundado muchos, muchísimos intentos de olvidarte y de que tú me olvides. Pero esta noche después de leer tu carta puedo asegurarte, sin miedo a equivocarme, que fracasé en todos y cada uno de ellos. #tintadedomingo #ratosdetintaypapel #novelaenconstruccion #writing #inspiration #pages #lovewhatyoudo #dowhatyoulove

domingo, 7 de agosto de 2016

Tinta de domingo.

Ella continuó dándole vueltas al cola cao con la cucharilla de plástico, y se tomó unos segundos para responder.-Hay veces que las mejores decisiones se toman así, con la cabeza en los pies. Hay momentos, lugares y personas que pasan por tu vida sin previo aviso. Algunos de ellos no vuelven a ti jamás, como si fueran uno de esos sueños que te vienen a la cabeza nada más despertar de manera difusa, pero que para la hora del desayuno ni siquiera recuerdas. Sin embargo hay otros que nunca se olvidan: El día en el que escuchaste esa canción y te recordó a él, la noche en la que sin saber por qué decidiste besarla a ella sin importarte quién hubiera alrededor, aquel primer amanecer entre sus sábanas, el último anochecer en ellas. Y sobre cualquiera de tus recuerdos, lo que prevalece, si es que merece la pena, es la persona. Esa persona que recuerdas sin querer en el lugar menos pensado. Esa que es capaz de ponerlo todo del revés, y a la vez conseguir que todo esté en su sitio. Y que sólo al recordarla, a veces, algo se remueve dentro de ti. Algo que hace que tiemblen los cristales de tu alma, que te hace dudar. Que te hace sentir. A todos nos pasa, aunque intentemos negarlo, disimularlo o evitarlo. Hay sensaciones que el corazón no nos permite esconder. Por eso escúchale y vive el momento, duerme menos y sueña más, piensa menos y siente más, vive más. Las personas no cambian con el tiempo, solamente modifican su conducta, así que se tú mismo, equivócate pero aprende de tus errores, ríete de ellos de la misma manera en la que ellos tratan de reírse de ti. Y arriésgate. Hay trenes que sólo pasan una vez en la vida, pero cuando un tren insiste en detenerse en tu parada en los momentos más inesperados y aparentemente menos oportunos, tal vez merezca la pena cogerlo. Y todo esto es sólo para decirte, que si algún día quieres no volver a dormir solo, podríamos no dormir solos juntos. #ratosdetintaypapel #tintadedomingo #novelaenconstruccion #writing #inspiration #pages #lovewhatyoudo #dowhatyoulove

miércoles, 3 de agosto de 2016

Y qué, si me quedo en blanco. Si ya no puedes sentirme cuando mi tinta suena a ti.

Hay personas que desprenden tanta luz que no son capaces de ver lo bonitas que son cuando anochece. Algo de eso es lo que tuvo que suceder contigo para que te apagaras así, tan de repente. Existe un sentimiento más difícil de asimilar para el ser humano que la pérdida de un ser querido: La ausencia. A la pérdida uno se acostumbra, puede irse asumiendo con el tiempo, masticándose lentamente hasta conseguir aceptarla, que la bola pase y no duela. Y tragar. Sin embargo la ausencia no se deja morder, porque genera un hueco vacío en un rinconcito de nuestro corazón, y no se le pueden hincar los dientes a algo que está hecho de nada, se golpean unos con otros emitiendo un triste castañeo con el tiritar del alma. Y uno a uno van transcurriendo los días de nuevo aquí, anodinos, sin luz, sin vida entre las letras de esta tinta que aún respira la nostalgia del recuerdo de los días contigo, porque fuiste inspirador hasta tu último suspiro. Vuelve, anda. Vuelve a mi lado, aunque sea un rato. Que esta ciudad no es lo mismo sin ti. ✍🏽💚#nochesdetintaypapel #dormiresdecobardes #novelaenconstruccion #writing #inspiration #feelings #pages #lovewhatyoudo #dowhatyoulove

domingo, 31 de julio de 2016

El monstruo de debajo de la cama.

Cuando era pequeña dormía siempre con una luz conectada al enchufe de mi habitación, porque me daba miedo la oscuridad. Un día le confesé a mi padre que era porque creía que había un monstruo debajo de la cama. Él dejó escapar una sonora carcajada, de esas que tanta tranquilidad me transmitían y que hace tiempo no le escucho, y me dijo que los monstruos no existían. Que el monstruo que yo imaginaba estaba hecho de miedo, y que el miedo, al igual que el hueco de debajo de la cama, estaba hecho de vacío. Y para destruirlo tenía que enfrentarme a él, porque no se puede vivir con miedo eternamente. Una noche me armé de valor, y abrazada a mi peluche favorito me agaché a mirar debajo de la cama. No había nada. Entonces entendí lo que mi padre quería decirme. El miedo está hecho de nada. Y no hay sentimiento más triste y vacío que la ausencia del mismo. Desde entonces, cada vez que me siento fría y vacía por dentro, me agacho a mirar debajo de la cama, para recordarme a mí misma que los sentimientos no mueren, sólo los escondemos por miedo a que nos hagan daño. Sigo teniendo miedo a la oscuridad, pero no porque crea que el monstruo existe. Sino porque hay personas que están tan vacías e intoxicadas por dentro que me producen la misma sensación que sentía entonces. Cuando creía en el monstruo de debajo de la cama. #ratosdetintaypapel #novelaenconstruccion #writing #inspiration #memories #pages #feelings #lovewhatyoudo #dowhatyoulove

domingo, 24 de julio de 2016

Vuelve.

Hay días que el mar huele a abrazos de los que estrujan las costillas. Y hoy ha tocado. Que no somos fríos por la ausencia de sentimientos, sino por la abundancia de decepciones. Y con el tiempo se aprende a distinguir quién merece una explicación, quién merece únicamente una respuesta y quién no merece absolutamente nada. Como escribió Mario Benedetti: "Tendría que empezar por reconocer que nunca supe de modo cabal en qué términos estaban planteadas nuestras relaciones. Que siempre ha habido una zona equívoca en la que los gestos, los silencios y las palabras podían representar con la misma eficacia tanto el odio como el amor, tanto la piedad como la indiferencia". Y es que no hay nada más bonito y a la vez más peligroso que encontrar a una persona que te haga estrenar sentimientos. Que ponga patas arriba tu vida en cuestión de minutos sin saber por qué, ni cómo, ni hasta cuándo. Y pensar en lo lejano que se ve ahora desde aquí, que tras cada silencio y cada mirada resonara siempre la misma pregunta en mi cabeza...Por qué no te lo dije antes. Vuelve. No soy tan fuerte. Te echo de menos. 

lunes, 18 de julio de 2016

Gracias, Sara Buho.

Mi tío me dijo una vez que una mujer es como un buen libro. Para quererla bien, sólo hay que saber cómo leerla. Hay ocasiones en las que da igual que el vaso aún este medio lleno cuando a ti te hace sentirte medio vacío. Uno no puede conformarse con las mitades, si te lo dan, que te lo den entero. Hay personas que te desnudan con la mirada, que son capaces de llenarte sin necesidad de haberte quitado la ropa. Personas que son mucho más de lo que dicen, y lo que callan hay que aprender a escucharlo con el tiempo. Que van y vienen, pero siempre están, para de vez en cuando recordarte que si quieres, pueden ser el error más jodidamente bonito que se puede cometer en la vida: El error del que nunca te arrepientas. Hay veces que el miedo da tanto vértigo que te obliga a quitarte la venda pero a seguir con los ojos cerrados, hasta que llega el día en el que como dice Sara Buho, te haces con ella un lazo en el pelo. Te sientes mas guapa, y menos ciega. Por fuera, y por dentro. #ratosdetintaypapel #tintadeautobus #writing #inspiration #pages #lovewhatyoudo #dowhatyoulove

miércoles, 13 de julio de 2016

Somos personas que no sabemos vivir sin querer.

Con el tiempo uno aprende que mirar no es ver. Y que ver no es entender. Y que hay cosas que no están hechas para entenderlas. Hay personas que no avisan cuando llaman a la puerta. Llaman y punto, se sientan a tu lado sin avisar. Ese tipo de personas nunca llegan tarde, porque no te las esperas. Y aunque a veces creas que las has perdido, en el fondo nunca, nunca se van, porque el lazo que te une a ellas es lo suficientemente fuerte como para soportar cualquier distancia, ya sea física o emocional. No pido mucho, me adapto fácil. Pero todo lo que necesito a mi lado tiene que ser de verdad. Y eso, para algunas personas, resulta difícil. Siempre fui de tequieros sinceros en momentos puntuales, y aunque casi nunca los diga sé que en el momento de decirlos los siento. Me pone nerviosa la gente que dice querer a todo el mundo, a todas horas, como si llevara un paquete lleno de un montón de tequieros en el bolsillo y los fuera repartiendo por ahí, desgastando la palabra hasta hacerle perder todo su sentido. Con lo bonito que es querer a alguien, y dejarse querer. Con lo bonito que es querer a alguien, y no saber cómo decirlo. Me gusta escribir con tinta de la que sale del alma porque ella llega donde mis brazos no pueden llegar. Es ahí donde nace la inspiración de los mejores textos, cuando uno escribe para sí mismo sin pensar en el resto ni en el qué dirán. Por eso cada vez que no me sale nada y me siento fría por dentro respiro hondo, cierro los ojos, y dejo que la mente se calme y el corazón se abra. Así es como me doy cuenta de que una vez más, llevabas razón: "Somos personas que no sabemos vivir sin querer." #ratosdetintaypapel #novelaenconstruccion #writing #inspiration #pages #lovewhatyoudo #dowhatyoulove

sábado, 2 de julio de 2016

Nubes de agua salada.

Las personas nos parecemos un poco a los gatos. Ellos tienen siete vidas, nosotros tenemos varias. Porque morimos varias veces. La primera cuando dejamos de respirar. Las demás se suceden antes, cada vez que alguien pronuncia nuestro nombre por última vez. Nos aferramos a lo que nos queda. A la esperanza de que las cosas salgan bien, o al menos lo mejor posible para conservar lo más bonito que tenemos: La vida. Mirar hacia atrás con la intención de encontrar explicaciones puede ser uno de los errores más dolorosos que cometemos los seres humanos. Porque lo que pudo haber sido, no hace balanza con lo que fue, y si hay que quedarse con algo yo ya he elegido. Eso es lo peor de estas nubes, que vienen a recordarnos que lo que pudo ser nunca será, pero que lo que ha sido, será lo mejor que nos queda, y eso es un tesoro que nunca nadie podrá arrebatarnos. Y nosotros mañana despertaremos una vez más, y seguiremos respirando por millonésima vez, pero ha llegado el momento de asumir que las pérdidas son necesarias. Y ni vas a volver aquí, ni las nubes van a dejar de existir, ni nadie va a dejar de echarte de menos. #ratosdetintaypapel #novelaenconstruccion #writing #inspiration #pages #lovewhatyoudo #dowhatyoulove

martes, 21 de junio de 2016

Abrazos.

A veces nos preguntamos demasiados por qués y pocos para qués. Hay ocasiones en las que tratamos de buscar excusas, cuando no es cuestión de amores imposibles ni de amores perfectos en el momento equivocado. Es cuestión de personas. Y cuando la persona es la adecuada llega justo en el momento en el que tiene que llegar, aunque te niegues a asumirlo. Ese momento en el que pensabas que ya no volverías a enamorarte, y de repente llega alguien que te remueve por dentro sensaciones que no recordabas. O ese momento en el que sientes que no te quedan fuerzas para continuar, y encuentras de nuevo en esa misma persona que creías olvidada un refugio repleto de energía que te ayuda a levantar. Unas veces nos harán mas fuertes, y otras, mas vulnerables, pero siempre nos ayudarán a conocernos un poco más por dentro. A madurar. A descubrir nuevos caminos y nuevos horizontes. Todo llega, todo cambia y todo pasa. Y siempre, de una manera o de otra, todo vuelve. La felicidad se esconde detrás de esos momentos que le dan sentido a lo demás, incluso después de un aparente punto final. Por eso sé paciente, confía en lo que sientes, y cuando estés perdido recuerda lo siguiente: Hay tres lugares mágicos en los que el mundo deja de doler por un rato: La ducha, el sueño, y un abrazo. Y qué jodidamente bonitos, son esos abrazos. 

miércoles, 8 de junio de 2016

El viaje de tu vida.

Cuando llega el momento de hacer la maleta, toda persona desempolva en su mente uno de esos viajes que lleva colgado el cartel de inolvidable. Uno de esos viajes que traen a nuestra memoria de manera involuntaria recuerdos que te hacen sentir vivo, provocando ese hormigueo en el estómago imposible de definir con palabras, que genera una agradable y nostálgica sensación de vértigo en rincones que creíamos olvidados en algún lugar perdido de nuestro corazón. Viajes llenos de locuras, de anécdotas, de sentirse feliz porque sí, sin preocupaciones, ni miedos, ni agobios, ni ataduras. Viajes que te hacen mirar atrás y te desmontan pensamientos, sentimientos y emociones, que te hacen pensar en ese irracional y vehemente "si pudiera decidirlo ahora mismo no necesitaría nada más que una maleta, un pasaporte, y tú". Es durante esos viajes, donde la vida nos concede momentos de felicidad plena. Momentos que podrás revivir una y otra vez sin cansarte de ello, y que cada vez que lo hagas te robarán una sonrisa. Momentos por los que merecerá la pena luchar siempre. Eso es para mí, el viaje de tu vida. 📚✍🏽✈️ #Elviajedetuvida #nuncaestardeparaperseguirloqueamas #ratosdetintaypapel #edicionriojana #writing #inspiration #loveehatyoudo #dowhatyoulove @andrespascualphoto

lunes, 16 de mayo de 2016

Llévame al baile.

-Si pudieras pedir un deseo, ¿cuál sería?-Preguntó ella mirándole fijamente a los ojos.
-Bailar contigo.
-¿Bailar?
-Sí.-Respondió dando un paso al frente.- Bailar. Bailaría contigo cada noche aunque no te sepas nada más que los pasos básicos de una bachata. Bailaría contigo en los bares, en el asiento trasero de mi coche, en el ascensor de tu casa, contra la pared del pasillo y en la cama. Te haría el amor con ropa, y también sin ella, hasta que perdieras la noción del tiempo, y no te quedase otro remedio que dormir entre mis brazos. Dejarías que mis manos te sacudieran la escarcha, que te quitaran este frío que sientes por dentro cuando no estoy, al que no terminas de acostumbrarte. Mis manos, que tanto te dan, y tanto te quitan. Nos desayunaríamos a besos por la mañana, y no nos despegaríamos las sábanas hasta bien entrada la mediodía. No sé cuántos hombres te habrán intentado sacarte a bailar ultimamente, ni me importa. Ninguno de ellos será capaz de hacerte una coreografía tan jodidamente bonita como la mía.
-¿Así de sencillo lo ves?
-Así de sencillo sería.

sábado, 14 de mayo de 2016

Ratos de tinta y papel.

Siempre fui demasiada mariposa para lo que su magullado estómago era capaz de soportar. Las drogas comenzaron a consumirla poco a poco, como un papel en la orilla de una chimenea que grita ahogado entre las llamas en su último llanto de desesperación, luchando inútilmente contra su destino. Días después de su misteriosa desaparición, la policía encontró su cuerpo desnudo entre las sábanas, en su propia casa. Hasta así, fría, transparente, tendida como un manto de hojas secas, me pareció bonita. Qué digo bonita. Siempre fue preciosa. Una nota a los pies de aquella cama de la última persona que la vio con vida, dejaba distinguir en tinta ocre, salpicada de lágrimas: Quédate con alguien a quien puedas hacer feliz sin necesidad de quitarte siempre la ropa.

domingo, 8 de mayo de 2016

El día en el que mi tinta dejó de sonar a ti.

Era domingo por la tarde, y tú caminabas por la orilla de una playa a medio construir. Una playa que no dormía, sólo soñaba con ser libre, con dejar romper todas sus olas contra las rocas hasta que no quedara nada por destruir. Nada que doliera, nada para hacerse daño. Caminabas en silencio tranquilo, sin ropa, esperando a que yo llegara por detrás una vez más y te abrazara acariciando tu torso desnudo, y acercando mis labios a tu oído te susurrara sin palabras lo bien que olías, lo mucho que te quería, y que todo saldría bien. Pero no lo hice. Me quedé sentada en una de esas rocas, enredando mis pies en la arena mientras el viento peinaba mi pelo suelto, desordenado y revuelto...como mis sentimientos. Me quedé sentada pensando en lo que a día de hoy todavía siento, en que nunca jamás en la vida podría dejar de quererte, en que algo en mi interior me decía que no encontraría a nadie como tú, ni tú como yo. No paraste. Continuaste avanzando sin mirar atrás, pensando continuamente en detenerte porque ni tú mismo eras consciente de lo que hacías, de hacia dónde dirigías esos pasos descalzos de amor. Descalzos de mi. El sol comenzó a pintar de rojo el cielo, y de gris a ti. Ya no deslumbrabas a tu paso como antes, ya no provocabas ese temblor involuntario al acercarte, ya no sonreías como lo hacías, haciendo sonar los cristales de mi alma, iluminando con tu luz el mar de mis ojos. Ya no eras tú. Ni tampoco yo. Ya quedaba en manos del tiempo encontrar la manera de recuperarnos a nosotros mismos, y quién sabe si algún día también el uno al otro. Y así fue como mi tinta, dejó de sonar a ti.

viernes, 6 de mayo de 2016

Ajedrez.

Esta noche he soñado contigo. Soñaba que recorría uno a uno los cuadros de tu camisa como una reina que derroca todas las piezas de un tablero de ajedrez, haciendo saltar los botones sin piedad como si de una simple barrera de peones se tratara. A los hombres también se les hace el amor. También se les sorprende todos los jodidos días, también se les abraza hasta arañarles desde la espalda hasta el alma, también se les besa cuando no se lo esperan. Y a los hombres también se les hace daño. Así que no anden por ahi generalizando la ignorancia de un machismo que se alimenta de imbéciles que no conocen el significado de la palabra sentimiento. Que no han sentido en su puñetera vida lo que es que cada vez que miras a esa persona a los ojos se te pongan los pelos de punta...los pelos, y todo lo demás. Que no han experimentado el vértigo y la rabia que te recorre por dentro al plantearte la posibilidad de que sus labios puedan estar besando otros que no sean los tuyos. Esta noche he soñado contigo, sí. Y al despertar por la mañana y mirar a mi alrededor he tenido la sensación de que todo estaba desordenado. El pelo, las sábanas, la cabeza, el corazón...la vida.

miércoles, 4 de mayo de 2016

Mi cielo.

No me hablen de paisajes si no han visto sus ojos cuando me mira, grandes, misteriosos, ni verdes ni marrones, pidiéndome guerra. Si no han visto su sonrisa al dejar escapar sus tímidos hoyuelos, si no han visto su pelo, despeinadamente peinado en ese moño sin orden ni gobierno, si no han visto su cuerpo mientras se deja caer la ropa. No me hablen de vértigo si no la conocen. Si no han sentido sus labios, sus besos, cómo te rodea con sus piernas infinitas, y cómo se le acelera el pulso cuando le susurro al oído que se relaje, y me deje hacer. No me hablen de cielo si no la han visto volar desde su cama. Si no la han visto rasgando las sábanas, y mi espalda, y hasta mi alma, mirándome como si fuera Dios entre silenciosos gemidos, que me hacen sentir que aunque sea durante unos minutos sigue siendo mía. Que aunque sea durante unos minutos, consigo hacerla feliz.

viernes, 29 de abril de 2016

benditos viernes.

El viernes es mi día favorito de la semana. El día en el que madrugar no escuece en los ojos, porque sabes que al día siguiente llegará el sábado y arrastrará las ojeras, como una ola inmensa que te envuelve el cuerpo intentando empujarte mar adentro. El día en el que no hace falta tomar café porque la miel de tu mirada se encarga de quitarme el sueño. El día en el que mis sábanas te imaginan enredado en ellas, recorriendo mis interminables piernas hasta llegar al infinito que provoca tu boca en su punto de inflexión. El día en el que los cristales de mi alma bailan al son del viento que susurra las seis letras de tu nombre, reagrupándose, reencontrándose entre ellos y haciéndola sentir un poco menos rota por dentro. El día en el que llega el fin de mi semana. El día en el que sigiloso, de puntillas, apareces tú. Y todo lo demás, sobra.

domingo, 24 de abril de 2016

Tinta de domingo.

Quiero que sepas, y siento si no son formas, pero mis musas necesitan ser políticamente incorrectas de vez en cuando, que entiendo las erecciones involuntarias, las ganas de comerme a besos y de matarme a polvos, los mensajes a deshora fuera de tono, las miradas que me atraviesan y me desnudan, la falta de ganas de respetar las normas y mantener la compostura. Quiero que ignores a todas esas personas que me encanta el sonido que hacen cuando se callan, ansiosas por juzgar las cenizas sin haber presenciado jamás nuestro incendio. Quiero enseñarte la honestidad en mitad de una borrachera, la diferencia entre lealtad y fidelidad, la esperanza en formato after, abierto a las seis de la madrugada para lo que sin necesidad de fingir, esperas. Quiero limar tus asperezas con mis manos, probar el sabor del miedo entre las dudas, y entre las piernas, escuchar el silencio en medio de todo este ruido al que estoy ya acostumbrada. En resumen, quiero mostrarte que aunque la belleza sea algo relativo, hay personas que siempre brillan para otras. Y todo lo demás, sobra.

miércoles, 20 de abril de 2016

Pedazos rotos.

El mejor profesor que tuve durante mi época universitaria fue sin duda Sergio Lerena. De él aprendí muchísimas cosas, además de que no se le pueden tirar los trastos a un recién nombrado catedrático de física cuántica con la intención de que te apruebe la asignatura, y mucho menos enamorarte de él para luego rechazar su proposición de matrimonio en dos ocasiones, y dejarle ir. El caso es que dejando a un lado lo insultantemente atractivo que me resultaba, y los maravillosos recuerdos del posiblemente mejor sexo que he tenido hasta la fecha (llámenlo magia, arte, o como quieran, pero sin ánimo de resultar soez, lo que ese hombre era capaz de hacer con sus manos, su lengua, y todo lo demás es algo que no se contempla dentro de lasa descripciones del vulgar y anodino vocabulario humano), puedo decir que aunque me tocó estudiar en verano aprendí de su ausencia una de las lecciones más importantes de mi vida. No dejes de hacer lo que sientes en cada momento por miedo a cometer errores. Porque quien abre una herida es capaz de cerrar la cicatriz. Y si el tiempo se resiste a coser los agujeros, aprende a disfrutar de los pedazos rotos.

lunes, 18 de abril de 2016

Con la cabeza en los pies.

El anciano hizo una pausa para terminar de verter el contenido de la tetera en la taza de la joven, y continuó hablando.- La triste realidad de cómo funcionan muchas personas aquí dentro es que tienen la cabeza en los pies. Sin conocerte hablan de ti y te colocan etiquetas que no van a ninguna parte más allá de hacer daño. ¿Acaso despiertan contigo todas las mañanas? ¿Saben con quién duermes o quién te quita el sueño por las noches? ¿Saben lo que sueñas o lo que provoca tus madrugadas en vela? ¿Lo que te encantan los helados y que no puedes pasar un día sin comer chocolate? ¿Cuál es tu libro favorito o la película de Disney que más te gusta? ¿Saben cómo suena tu canción o quién es la persona que hace que al pensar en ella se te escape una sonrisa?¿Saben cómo te tiembla el corazón por dentro cuando alguien se deja caer por casualidad las seis letras de su nombre? ¿Saben qué es lo que aunque casi nunca llores te ha robado últimamente más lágrimas? ¿Han acariciado tu alma, sucumbido a tus encantos o entendido tu dolor? ¿Alguna de esas personas se ha puesto en tus zapatos y ha vivido tu lucha, tu día a día, tus tristezas y alegrías? ¿Esos secretos que casi nadie conoce, que cuando hablas de ellos te hacen sentirte completamente desnuda e indefensa, frágil y vulnerable? No. Definitivamente, no te conocen. Hablan, porque todos hablamos, pero existe una clara diferencia entre hablar con conocimiento y sin él. Así que si piensan que te conocen, antes de abrir la boca...que lo piensen otra vez.

martes, 29 de marzo de 2016

Y acariciar la herida, para que no duela.

Uno de mis recuerdos favoritos de aquella época es el de la primera vez que la miré.  No la primera vez que la vi, la había visto muchas veces, en diferentes ocasiones sin si quiera darme cuenta. La primera vez que la miré de verdad, que me detuve sin querer durante unos segundos en la miel de sus ojos, que observé su sonrisa y pensé que era lo más bonito que había visto aquel domingo de resaca...lo más bonito que había visto en mucho tiempo. No sé por qué me sentí afortunado, y aunque siempre fui bastante escéptico en la magia os juro que noté a las jodidas mariposas revolotear dentro de mi estómago. Perdí por completo el hilo de la conversación, de lo que fuera que me estuviera contando que no dudo que fuera interesante...pero hay sensaciones que pueden borrar de golpe todas las palabras del mundo, que te hacen acariciar el tiempo como si escondieras cinco orgasmos en cada una de tus manos. Cuando recuerdo aquel momento a mí también se me asoman los dientes y se me escapan los hoyuelos. Es lo que me hace sacar las pinturas de colores cuando los días se vuelven grises como hoy, y crear un mar lleno de olas enormes que rompen contra las rocas con rabia, en un intento desesperado de volver a aquella playa. Al fin y al cabo si sonríes al recordar, es que no lo hizo mal del todo. Y lo importante no es quién cura las heridas. Sino quién es capaz de volverlas a abrir sin que te duelan.

viernes, 25 de marzo de 2016

Tit tac.

Suena el reloj, y ya son las siete. Camino a tientas hasta el lavabo mientras intento desenredar mis pestañas, y maquillar las ojeras que con esfuerzo he pintado hasta altas horas de la noche. Dejo caer la ropa sobre el gélido suelo del baño con la misma natural desgana que las serpientes su piel al mudarla, y reptando con elegante torpeza llego hasta la bañera. Tras unos minutos bajo la ducha siento cómo el agua acaricia mi cuerpo desnudo de la misma manera en la que antes lo hacían tus manos. Entonces me descubro a mí misma pensando en el dulce y amargo recuerdo de despertar cada mañana con el café de tus ojos. En lo bonito que es ser el motivo por el que alguien le muestra sin miedo sus dientes al mundo...y en lo triste que es dejar de serlo. Cierro el grifo y me pregunto qué cojones hago aquí sentada, mirando la lluvia, si hace días que no llueve. Me pregunto por qué lloro, y mis lágrimas no salen. Me pregunto tantas cosas que no logro responder...Y es que existen personas que hacen que te cuestiones el amor, después de haberlas amado con toda tu alma.

miércoles, 23 de marzo de 2016

El mundo entero.

Ayer cuando salía de trabajar me encontré con una niña que lloraba desconsoladamente en la puerta de una guardería. El llanto era tan desesperado que no pude evitar acercarme a la verja. Al preguntarle qué le sucedía me respondió que su papá había muerto. Me abrazó entre los barrotes, rompiendo de nuevo a llorar, y tras unos minutos en silencio en los que sentí cómo se me encogía el corazón pedacito a pedacito, le pregunté que por qué estaba allí, sola, en lugar de jugando con los demás niños. Agachando la mirada y con las lágrimas ya mudas brotando de sus enormes y brillantes ojos, me respondió: "La señorita me ha castigado por llorar por mi padre. Dice que con la que está cayendo en Bruselas soy una egoísta, y yo no sé qué es lo que se está cayendo en Bruselas, ni qué es Bruselas, ni qué es ser egoísta...pero sé que es algo malo." Han pasado más de veinte horas desde que me encontré con esa niña, pero algo dentro de mí me hace sentirme intranquila. Como quien ve cada vez más cerca un precipicio hacia el que poquito a poco nos estamos empujando los unos a los otros, y no hubiese manera alguna de frenarnos. Como si realmente no fuese Bruselas la que cae, sino todos. El mundo entero.

martes, 15 de marzo de 2016

Círculos.

De entre todas las actividades que el circo en el que trabajaba su familia le ofrecía, tenía claro que nunca sería Maga. Le resultaba demasiado triste asumir desde el principio que existía truco, y conocerlo. Al espectador siempre puede quedarle la duda, por escéptico que sea siempre puede contar con la posibilidad de creer. Ella no creía en la magia desde el día en el que le rompieron el corazón. Le llevó tanto esfuerzo recoger los pedacitos y recomponerlo que lo había encerrado en una armadura ermética y fría, difícil de alcanzar y más todavía de destruir. No se había vuelto a enamorar nunca. Encaprichado sí, muchas veces, pero al final siempre se aburría, o le aburrían, o quería creer que era aburrimiento y no miedo a terminar enamorándose de verdad lo que realmente sentía. No quería pasar por aquello otra vez...no quería que le hicieran daño, aunque egoístamente en ocasiones terminara por hacerlo ella. Tampoco es que lo pusiera muy fácil. Siempre decía lo que pensaba, y no lo que ellos querían escuchar, y eso es algo que en ocasiones puede confundirse con pedantería, bordería o prepotencia...así de mal valorada está hoy en día la sinceridad. A veces se quedaba callada como si el mundo no fuera con ella, como si la vida diera vueltas a su alrededor mientras ella caminaba en anodinos círculos, como si bogara como un escualo moribundo alienada en un estado de ataraxia y sin rumbo fijo. Hasta que un día, en medio de uno de esos círculos sin sentido y de la manera más inesperada, se encontró con la horma de su propio zapato. Se encontró con él.

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viernes, 26 de febrero de 2016

Vuelve, verano. Vuelve.

De vez en cuando, la vida nos concede un puñado de momentos de felicidad plena. En ocasiones duran tan sólo unas horas. Otras son días, incluso semanas. El recuerdo de esos momentos nos acompañará siempre, transformándose en un país de memoria que nos hace cerrar los ojos y volver a ellos una y otra vez, en un intento desesperado de nuestro subconsciente por regresar. Hasta que el día menos pensado algo suena "click" en tu cabeza abriéndote los ojos de golpe, haciéndote entender eso de que "podemos echar de menos algo, pero no necesariamente quererlo de vuelta." Estar perdido no es malo. Pero para encontrarse es necesario sentarse, mirarse uno mismo hacia dentro, y tener el valor de aguantar la respiración sin salir corriendo. 

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lunes, 22 de febrero de 2016

Tinta de domingo.

El anciano la miró con ternura, acariciando con delicadeza su rostro obligando a morir así a las lágrimas que recorrían su pómulo izquierdo.-No seas tan ingenua, cielo. Abre esos ojos tan grandes que tienes, y aunque te duela, acéptalo. En el fondo nunca tuviste un padre, nunca lo fue para ti y no lo va a ser ahora, a estas alturas. La experiencia en la vida me ha enseñado que si una persona no te llama, es porque no quiere llamarte. Si te trata como si le importaras una mierda, es porque en ese momento le importas una jodida mierda. Si te traiciona, es porque no le interesas lo suficiente. De nada te sirven las personas que tratan de justificar su ausencia durante tu lucha, que dicen estar asustadas, confusas, deprimidas o agobiadas. De nada te sirven las personas que dicen estar dramáticamente afectadas por su pasado. De nada te sirven las personas que dicen estar necesitadas de distancia o de tiempo. Las personas se dividen solamente en dos categorías: Las que te quieren, y las que no te quieren. Todo lo demás, en algunas ocasiones es falta de madurez. Y por desgracia, en la mayoría de ellas, es una excusa. La realidad, es que no les importas lo suficiente.

jueves, 18 de febrero de 2016

Novela en pre-parto.

-¿Has vuelto a verla?-Preguntó Víctor     dejando derramar sin querer parte del café sobre el mantel.
-Ha estado aquí hoy mismo.-Alatz cerró los ojos con fuerza, como si al hacerlo pudiera verla de nuevo frente a él.- Ha dicho que le importo, y luego se ha quedado callada. Se ha quedado callada mirándome, y yo he temblado entero, porque no hay nada que me de más pánico que la responsabilidad de tratar con un corazón en carne viva. Me ha dejado sin palabras, y es que sé que ella también me importa, y me odio a mí mismo porque el miedo no me deja hablar las cosas claras. El problema en todo esto es, que yo ya no puedo sumar algunas letras, y mucho menos pronunciarlas. "A mí también me importas" o "yo también te quiero en mi vida" sería un buen comienzo, por ejemplo, pero no me sale decirlo. Y no es culpa del orgullo, ni de las drogas, ni de agobios, esta vez no. Esta vez sucede que soy un cobarde. Sólo puedo esperar que ella no lo entienda, y una de dos, o se aleje, o insista. Que insista hasta que ya no tenga fuerzas para acumular silencios. Que me persiga hasta un callejón sin salida y que en medio de todo este sin-sentido me abrace. Y entonces, quizás entonces, pueda acercarme a su oído y susurrarle: Yo también. #Elpalaciodeparedesverdes  #nochesdetintaypapel #novelaenpreparto #devueltaalacafeína #vístemedeinspiración #night #inspiration #writing #backtotheroots

lunes, 15 de febrero de 2016

Olores.

Laura siempre había sido bastante rara para los olores. No era capaz de comer o beber algo que no le gustara cómo olía, y podía percibir la presencia de ciertas personas sólo por el perfume que desprendían. Llevaba tiempo sintiendo el (d)olor de la ausencia de Nico entre sus sábanas, y hasta aquella noche había sido incapaz de tan siquiera plantearse la posibilidad de reemplazarlo, aunque fuera un rato. Se sentía especialmente nerviosa. No tenía nada que ver con la cena en aquel restaurante de moda, ni con el paseo por el centro de la ciudad, ni con lo insultantemente atractivo que siempre le había resultado él. Él y su sonrisa llena de hoyuelos, su verde mirada penetrante, su tez morena, sus largas manos, llenas de venas. Cuando a la mañana siguiente, tras desayunar con ellaabandonó su casa, se escondió bajo las sábanas y rompió a llorar. Era la primera vez desde la misteriosa desaparición de Nico que otra persona ocupaba aquella cama, y se había sentido más vacía que todas las noches anteriores en las que había dormido sola. Respiró profundamente interrumpida por sus propios sollozos, y dejó escapar el aire tranquila al comprobar que el recuerdo de su almohada seguía oliendo a Nico. Cerró los ojos y le dolió ahí donde sus manos, en algún momento, alguna vez, le hicieron sentir que nunca se iría. Pensó que era una auténtica putada que la piel no sufriera Alzheimer emocional, o que las farmacias no vendieran anestesia a granel, al menos. Entendió entonces que su alma no había perdido la esperanza de que la policía le trajera a Nico de vuelta. Que de nada sirve tapar las heridas con tiritas nuevas, que para que cicatricen es mejor dejar que les de el aire, y en todo caso, esperar a que si tienen que regresar, regresen las viejas. Porque el único remedio para curarlas, solamente lo conoce la persona que las crea. 

sábado, 13 de febrero de 2016

Tinta de lluvia y carretera.

Si los asientos traseros de un coche tuvieran permiso para hablar, podrían escribir más historias que la propia luna en cada una de sus madrugadas sin ropa. Historias de descampados de carretera y aparcamientos de supermercado, de amaneceres en los que los relojes se rompen esparciendo su arena en tantas direcciones como pueden tomar tus manos recorriendo mis piernas desnudas. Historias de mensajes a deshora, de cristales empañados, de freno de mano erguido, palanca de cambios en posición "marcha atrás", luces apagadas y corazones encendidos. Historias de esas que se intuyen con una mirada, que al recordar tu alma suspira, en silencio, sintiendo como si cientos de galgos recorrieran tu sistema respiratorio acaparando tu aliento, tu alma, sin descanso, sin fondo. Historias de esas de las de "si me tocas de la misma manera en la que me miras, no respondo."

martes, 9 de febrero de 2016

Maravillas del mundo.

De vez en cuando, la vida nos concede un puñado de momentos de felicidad plena. En ocasiones duran tan sólo unas horas. Otras son días, incluso semanas. El recuerdo de esos momentos nos acompañará siempre, transformándose en un país de memoria que nos hace volver a ellos una y otra vez, en un intento desesperado de nuestro subconsciente por regresar a esa vida.
Xichen Itza. 
Riviera Maya.
México. 
Maravillas del mundo.
En todos los sentidos.

miércoles, 27 de enero de 2016

"Lo que escuece imaginarse el sin ti, después de ti."

Cuando no puedas dormir, te mando sueño. Piensa que estoy ahí, contigo. Es uno de esos días en los que el cielo muestra su traje de luces puras y blancas, mientras el viento hace que un coro de árboles fuerce sus ramas como si de cuerdas vocales se trataran, en sus posturas más agudas, más intensas, más humanas. Cuando no debas dormir, te mando un beso. Siente que estoy ahí, contigo. Es uno de esos días en los que se desatan tormentas en el mar de las sábanas, mientras mis piernas te enredan, y nuestros cuerpos se mueven al son de las olas que bailan la más dulce y violenta melodía que nazca de tu alma. Cuando no quieras dormir, te mando mis sueños y mis besos. Déjame soñar contigo. Déjame dormir contigo, anda. Déjame darte un beso de esos que no se olvidan. Ni en otros labios, ni en otros cuerpos, ni en otras camas, ni en otras aguas. Ni en otras vidas.

domingo, 10 de enero de 2016

Tinta de domingo.


Dicen que el dolor ablanda a las personas. Yo pienso que a la larga, las endurece más. Recuerdo que de pequeña, mi abuela me dijo una vez que ella cuando estaba triste o cuando no se aguantaba ni a sí misma se escondía en un rincón de su habitación, sola, sin que nadie la molestara. Se escondía a esperar a que la tristeza se marchara. En más de una ocasión la encontré allí, con la luz apagada, y sin atreverme a entrar me senté junto a la puerta a esperar a que cesara su llanto. Nunca me ha gustado que me vean llorar, así que por entonces elegí como mi rincón el hueco de detrás de las cortinas, porque creía que aunque yo pudiera ver a través de ellas nadie podía verme a mí. Ahora, cuando me siento así, me escondo en el rincón de sus silencios. Y al cerrar los ojos, todavía consigo recordar cómo sonaba su voz. Entonces poco a poco algo dentro de mí me va calmando, y sin querer pero queriendo se dibuja en mi rostro una sonrisa al recordar cómo era la suya. Por eso cuando tu mundo se desmorone y no encuentres un rincón donde esconderte, ven, que aunque ahora esté parecido, yo te hago un hueco en el mío.

domingo, 3 de enero de 2016

Tinta de domingo.

Si aquella noche le hubieran preguntado dónde estaba, probablemente no hubiera sido capaz de responder. Llevaba tantas horas sumergido en copas de vozca y champagne y dejando colgar sus brazos sobre crías que intentaban convertirse en mujeres, que ni siquiera era consciente de lo denigrante y vergonzosa que resultaba para cualquier auténtica mujer que le obesrvara desde fuera la imagen que estaba dando, restregando su cabeza entre los pechos de aquella peliroja mal teniña de formas insultantemente vulgares que conocía más camas que pijamas, en medio del bar. Hora después, cuando regreasba a buscar su coche haciendo un esfuerzo inútil por mantener la línea recta, un borracho se acercó a él. Se quedó parado mirándole, y apoyándose sobre su hombro izquierdo le susurró: "¿Sabes lo que te pasa? Que has perdido lo más valioso que tenías. Así tu vida ya no va hacia ninguna parte." Han pasado semanas desde aquella madrugada, y aunque procura no pensar mucho en ello algo en su interior le hace sentirse intranquilo. Como si realmente etuviera perdiendo algo muy valioso, y con ello se hubiera perdido a a sí mismo. Coo si realmente su vida ya no fuese hacia ninguna parte, y hasta ese precioso momento, no hubieese tnido tiempo ni para darse cuenta.