viernes, 25 de abril de 2014

La habitación de Noa.

Hemos vendido la habitación de Noa. No la habitación en sí, eso sería imposible, supongo. Los muebles. Hoy han venido a llevárselos. Les escucho acurrucada en un rincón de mi cama, acompañada por la sensación de que me van a tirar la pared encima en cualquier momento. Compartimos pared. Bueno, compartíamos. Cuando era pequeña Marco y yo siempre le dábamos las buenas noches con tres golpecitos. Ella los daba y nosotros los contestábamos, o al revés, y si no recibíamos respuesta volvíamos a darlos. Mi padre está intentando ayudarles, pero como Noa solía decir, es peor el remedio que la enfermedad, porque cada vez se oyen más golpes y la pared tiembla más. Escucho dos voces diferentes, además de la suya. Parecen extranjeros. Creo que son musulmanes, no estoy muy segura. Que conste que no tengo ningún tipo de prejuicio, si salgo y me encuentro con un alemán y un chino me dará exactamente igual, pero que quieran enviar el dormitorio a Marruecos es bastante revelador. Mi madre está muy triste estos días. Se ha ido de casa. No se hablan entre ellos. Entre mi padre y mi madre, digo. Es todo muy bonito. Mi madre suele decir que mi ironía roza la prepotencia y la pedantería, que tengo que intentar corregir eso, pero no puedo evitarlo. Prefiero decir que es todo muy bonito a decir que todo es angustiosamente aciago y funesto, o que me dan ganas de llorar de frustración y de pena si cierro los ojos y me paro a pensar. O a sentir. El caso es que no sé cómo van a sacar esos muebles tan grandes por una puerta tan pequeña, pero tampoco quiero verlo. No quiero salir de aquí. No me gusta entrar en la habitación de Noa. Suena a triste, huele a tristeza de perfume. Y ahora, cuando la vacíen tal vez sea peor. Parecerá una tontería, pero el hecho en sí me resulta desgarrador. Es como si estuvieran arrancando su alma a pedazos de ahí dentro, uno por uno, sin anestesia. Y cuando terminen quedará vacía. Cuando terminen no quedará ni cuerpo, ni alma. Cuando terminen, no quedará nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario