Días con humo.

De esos en los que no te gustas a tí misma, de los que no encajas, no te aceptas, incluso sientes asco hacia tu propia persona por ser como eres, aunque no dependa de tí, o tal vez sí, ya ni sabes. De esos en los que desearías sentirte de otra manera, más humilde, más humana, varios escalones por debajo de donde te encuentras...de esos en los que el mundo entero se te queda pequeño, y nadie que conozcas que esté cerca parece poder entender lo que tienes metido en la cabeza y está a punto de explotar...de esos en los que tienes ganas de correr en todas las direcciones, hacia ninguna parte, y gritar, gritar con fuerza, que te oiga todo el mundo y al mismo tiempo no te escuche nadie, porque lo que tienes ganas de decir resultaría pedante, egocéntrico, incluso hiriente...de esos en los que te sientes asquerosamente superior a demasiada gente.

Pero él, te entendería.