miércoles, 4 de agosto de 2010

Sobre el miedo (Agosto 2007).

Es sólo una opinión, y como tal cuestionable y discutible, pero yo creo que es la falsedad, y no el miedo, el gran defecto de un cobarde. A simple vista parece una frase sin demasiado sentido, pero pensando bien las cosas sin limitarse a una mera visión superficial creo que es una opinión bastante acertada. El miedo…curioso sentimiento. La mayoría de la gente asocia el miedo con la cobardía, la perfecta definición de valiente parece ser aquel que no teme a nada ni a nadie. Es una definición más que aceptable desde un punto de vista utópico, pero también más que ridícula desde un punto de vista real. El miedo es algo natural, y quien presuma de no haberlo sentido nunca, una de dos, o no es humano, o miente. La mentira está a la orden del día. Es el camino más simple, el más cómodo, y unos mejor que otros todos sabemos mentir (para qué engañarnos, todos lo hemos hecho alguna vez). Hay quien miente porque le condicionan las circunstancias (mejor dicho, se condicionan ellos mismos teniendo en cuenta las circunstancias, porque siempre hay elección), hay quien miente por quedar bien (si das una patada salen setenta y siete hipócritas) y hay quien miente simplemente porque no es lo suficientemente valiente como para afrontar, o al menos asumir, sus propios problemas y los de los que están a su alrededor. Carecen de personalidad, y por supuesto de autenticidad, no van de frente y se justifican diciendo que todo el mundo actúa igual y es la única forma de sobrevivir. Así son las personas falsas. Un falso es un cobarde, y su problema no es sentir miedo, si no no ser capaz de reconocerlo. El verdadero valiente es aquel que reconoce su miedo y hace lo que puede por superarlo. No me gusta hablar por hablar, y no es cabezonería, pero creo que son argumentos mas que suficientes como para poder decir que no soy cobarde, pero tengo miedo.

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