domingo, 22 de agosto de 2010

31 días conmigo mismo.

"Soy de tequieros sinceros en momentos puntuales, y sé que en el instante de soltarlos me apetece hacerlo. Sólo digo “te quiero” cuando lo siento, en esa misma fracción de segundo, sin pensar siquiera en sus consecuencias o en sus efectos a largo plazo. Puedo querer ahora, YA, pero sigo siendo incapaz de saber si querré mañana. No conozco la fecha de caducidad de ningún “te quiero”, le falta la etiqueta o el precinto de calidad, pero tampoco me puedo arrepentir de haberlo dicho, porque lo hago pocas veces, y porque juro que no miento al decirlo. Sé quien soy y quien he sido, pero no tengo ni idea de quién seré...afortunadamente…"


No hay comentarios:

Publicar un comentario