domingo, 3 de enero de 2016

Tinta de domingo.

Si aquella noche le hubieran preguntado dónde estaba, probablemente no hubiera sido capaz de responder. Llevaba tantas horas sumergido en copas de vozca y champagne y dejando colgar sus brazos sobre crías que intentaban convertirse en mujeres, que ni siquiera era consciente de lo denigrante y vergonzosa que resultaba para cualquier auténtica mujer que le obesrvara desde fuera la imagen que estaba dando, restregando su cabeza entre los pechos de aquella peliroja mal teniña de formas insultantemente vulgares que conocía más camas que pijamas, en medio del bar. Hora después, cuando regreasba a buscar su coche haciendo un esfuerzo inútil por mantener la línea recta, un borracho se acercó a él. Se quedó parado mirándole, y apoyándose sobre su hombro izquierdo le susurró: "¿Sabes lo que te pasa? Que has perdido lo más valioso que tenías. Así tu vida ya no va hacia ninguna parte." Han pasado semanas desde aquella madrugada, y aunque procura no pensar mucho en ello algo en su interior le hace sentirse intranquilo. Como si realmente etuviera perdiendo algo muy valioso, y con ello se hubiera perdido a a sí mismo. Coo si realmente su vida ya no fuese hacia ninguna parte, y hasta ese precioso momento, no hubieese tnido tiempo ni para darse cuenta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario