miércoles, 17 de abril de 2013

Sobre lo que deberíais de ser, pero no sois.


Mientras las desigualdades sociales alcanzan límites nunca imaginados. Mientras el desempleo supera cifras nunca conocidas, ni siquiera conjeturadas. Mientras las clases trabajadoras pierden uno tras otro derechos que ha costado décadas conseguir tras esfuerzos inenarrables. En este momento, en el que el país ha sido intervenido de facto, viendo mermada su supuesta soberanía y destrozada su democracia, y su ya demediado Estado de bienestar es arrojado al basurero de los trastes inútiles e ineficaces de la Historia, en este mismo momento, una desalmada y antihumanista cosmovisión neoliberal vestida con sus mejores galas, se pone sus botas de mando, corrupción y desvergüenza, y tijera en mano se dispone a "des-reformar", una vez más. LOMCE, la llaman. Una ley con nombre de lo que debería de ser, pero no es. Una ley que desprecia y olvida al profesorado, que se basa en postulados ideológicos en lugar de en necesidades educativas. ¿Una Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa, dicen? Seamos realistas, bajen aquí, pasen, y vean: Hay niños que pasan hambre en los centros escolares, adolescentes desatendidos, familias que no pueden pagar los libros, ni el comedor, ni las excursiones. Es indignante, arcaico y deplorable ponerle a un padre en la cruel tesitura de elegir cuál de sus hijos podrá permitirse el día de mañana ir a la universidad. Quieren subirnos en un DeLorean, como hizo Noe con su arca, y devolvernos a la España de los años 50, recuperando itinerarios segregadores y clasistas. Los dueños de las grandes fortunas de este país de impiedad y desvergüenza, están descorchando sus botellas de champagne día tras día, mientras ríen satisfechos por su poder inconmensurable. No nos engañemos, están pintando la Educación con ceras blandas que en cuanto llueva se pudrirán. Que aquí no hay pinturas, no hay colores, que no es cuestión ni de rojos, ni de grises, sino de decencia o indecencia, depravación o transparencia, dejemos ya para los cuentos los espejismos y mutaciones, y si de todas formas lo vais a hacer mal, por lo menos, por principios, por integridad, por lo que sea, llamemos a las cosas por su nombre.

1 comentario:

  1. Impresionante tu forma de escribir, nadie podría hacerlo mejor que tú. Ya era hora de que alguien dijese la verdad.

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