sábado, 2 de febrero de 2013

Se Tú mi límite.


Tu cuerpo puede llenar mi vida, como puede tu sonrisa volar de un solo impacto el muro opaco de la tristeza. Una sola palabra tuya quiebra la ciega soledad en mil pedazos llenos de la más deslumbrante luz. Emborrachada de ser admirada y con una sed tremenda por admirar a alguien que me llene, si tu acercas tu boca hasta la mía bebo sin saciarme la raíz de mi propia existencia. Pero tú ignoras cuánto la cercanía de tu alma me hace sentirme viva, o cuánto tu distancia me aleja de mí misma, empujándome hacia la más lúgubre y angosta oscuridad, a perderme entre las sombras. No te alejes jamás. Vivo sin reglas fijas, pero los profundos movimientos de tu naturaleza son mi única ley estable. No dejes que me aleje yo. No dejes que me vaya de tu lado, por favor. Retenme. Sé tú mi límite. Y yo seré entonces la nueva imagen de mí misma, feliz, tranquila, en paz. La imagen que tú creaste...la imagen que tú mismo, con todo tu ser, íntegro, puro, transparente, me has dado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario