miércoles, 13 de julio de 2016

Somos personas que no sabemos vivir sin querer.

Con el tiempo uno aprende que mirar no es ver. Y que ver no es entender. Y que hay cosas que no están hechas para entenderlas. Hay personas que no avisan cuando llaman a la puerta. Llaman y punto, se sientan a tu lado sin avisar. Ese tipo de personas nunca llegan tarde, porque no te las esperas. Y aunque a veces creas que las has perdido, en el fondo nunca, nunca se van, porque el lazo que te une a ellas es lo suficientemente fuerte como para soportar cualquier distancia, ya sea física o emocional. No pido mucho, me adapto fácil. Pero todo lo que necesito a mi lado tiene que ser de verdad. Y eso, para algunas personas, resulta difícil. Siempre fui de tequieros sinceros en momentos puntuales, y aunque casi nunca los diga sé que en el momento de decirlos los siento. Me pone nerviosa la gente que dice querer a todo el mundo, a todas horas, como si llevara un paquete lleno de un montón de tequieros en el bolsillo y los fuera repartiendo por ahí, desgastando la palabra hasta hacerle perder todo su sentido. Con lo bonito que es querer a alguien, y dejarse querer. Con lo bonito que es querer a alguien, y no saber cómo decirlo. Me gusta escribir con tinta de la que sale del alma porque ella llega donde mis brazos no pueden llegar. Es ahí donde nace la inspiración de los mejores textos, cuando uno escribe para sí mismo sin pensar en el resto ni en el qué dirán. Por eso cada vez que no me sale nada y me siento fría por dentro respiro hondo, cierro los ojos, y dejo que la mente se calme y el corazón se abra. Así es como me doy cuenta de que una vez más, llevabas razón: "Somos personas que no sabemos vivir sin querer." #ratosdetintaypapel #novelaenconstruccion #writing #inspiration #pages #lovewhatyoudo #dowhatyoulove

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