lunes, 22 de febrero de 2016

Tinta de domingo.

El anciano la miró con ternura, acariciando con delicadeza su rostro obligando a morir así a las lágrimas que recorrían su pómulo izquierdo.-No seas tan ingenua, cielo. Abre esos ojos tan grandes que tienes, y aunque te duela, acéptalo. En el fondo nunca tuviste un padre, nunca lo fue para ti y no lo va a ser ahora, a estas alturas. La experiencia en la vida me ha enseñado que si una persona no te llama, es porque no quiere llamarte. Si te trata como si le importaras una mierda, es porque en ese momento le importas una jodida mierda. Si te traiciona, es porque no le interesas lo suficiente. De nada te sirven las personas que tratan de justificar su ausencia durante tu lucha, que dicen estar asustadas, confusas, deprimidas o agobiadas. De nada te sirven las personas que dicen estar dramáticamente afectadas por su pasado. De nada te sirven las personas que dicen estar necesitadas de distancia o de tiempo. Las personas se dividen solamente en dos categorías: Las que te quieren, y las que no te quieren. Todo lo demás, en algunas ocasiones es falta de madurez. Y por desgracia, en la mayoría de ellas, es una excusa. La realidad, es que no les importas lo suficiente.

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