lunes, 16 de mayo de 2016

Llévame al baile.

-Si pudieras pedir un deseo, ¿cuál sería?-Preguntó ella mirándole fijamente a los ojos.
-Bailar contigo.
-¿Bailar?
-Sí.-Respondió dando un paso al frente.- Bailar. Bailaría contigo cada noche aunque no te sepas nada más que los pasos básicos de una bachata. Bailaría contigo en los bares, en el asiento trasero de mi coche, en el ascensor de tu casa, contra la pared del pasillo y en la cama. Te haría el amor con ropa, y también sin ella, hasta que perdieras la noción del tiempo, y no te quedase otro remedio que dormir entre mis brazos. Dejarías que mis manos te sacudieran la escarcha, que te quitaran este frío que sientes por dentro cuando no estoy, al que no terminas de acostumbrarte. Mis manos, que tanto te dan, y tanto te quitan. Nos desayunaríamos a besos por la mañana, y no nos despegaríamos las sábanas hasta bien entrada la mediodía. No sé cuántos hombres te habrán intentado sacarte a bailar ultimamente, ni me importa. Ninguno de ellos será capaz de hacerte una coreografía tan jodidamente bonita como la mía.
-¿Así de sencillo lo ves?
-Así de sencillo sería.

No hay comentarios:

Publicar un comentario