viernes, 13 de noviembre de 2015

Miedo.

Cierra los ojos y deja de pensar. Siente. Que un euro se gasta, y un polvo se acaba. Que hay que dedicarse a algo de lo que jamás te quieras jubilar. Y nada vale la pena sin alguien que te haga ser incoherente. Alguien que llegue, te empuje a hacer cosas de las que jamás te creíste capaz y que arrase de un plumazo con tus principios, tus valores, tus yo nunca, tus yo qué va. Alguien que aparezca por sorpresa un jueves por la noche en la puerta de tu casa, que escriba líneas para ti en un pedazo de papel, que le guste hacerse fotos contigo porque sabe que al verlas te robará una sonrisa. Alguien que te quiera y te lo demuestre cada día. Que te cuide, que se preocupe por ti sin miedo a lo que quede por vivir. Sin miedo al fracaso. Sin miedo al qué dirán. Sin miedo a perder lo que tiene. Y sobre todo, sin miedo a por no tener miedo de perderlo, acabar perdiéndolo.

2 comentarios:

  1. Me has recordado a una antigua canción de mi adolescencia que decía: '¿Cuándo olvidé que en el miedo se mueren los sueños?'

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    1. ¿Cuál es el título de la canción? Me encanta la frase :)

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