lunes, 27 de abril de 2015

Dulce introducción al caos.

Dicen que el mundo siempre prefiere que cambies tu caos, que lo controles, que lo corrijas, que lo ordenes o que lo disminuyas. Pero justamente eso es lo que te impide ser feliz. El ser humano necesita que le impacten, que le sorprendan, que pongan patas arriba todo lo que creía patas abajo y desmonten toda su estabilidad y coherencia. Conseguirlo no está al alcance de cualquiera, pero cuando algo es capaz de aparecer en tu vida en el momento menos oportuno, y quedarse, quizás tengas que admitir que los momentos menos oportunos pueden ser al mismo tiempo los más necesarios. Que el mirar atrás sólo te hace renunciar al presente. Que cuando algo encaja en tu caos, da igual cuál sea el momento en el que se haya cruzado en tu camino. Si te hace feliz, merece la pena dejarse llevar por el instinto, por sensaciones, por los impulsos. Si te hace feliz, merece la pena intentarlo.

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