domingo, 31 de julio de 2016

El monstruo de debajo de la cama.

Cuando era pequeña dormía siempre con una luz conectada al enchufe de mi habitación, porque me daba miedo la oscuridad. Un día le confesé a mi padre que era porque creía que había un monstruo debajo de la cama. Él dejó escapar una sonora carcajada, de esas que tanta tranquilidad me transmitían y que hace tiempo no le escucho, y me dijo que los monstruos no existían. Que el monstruo que yo imaginaba estaba hecho de miedo, y que el miedo, al igual que el hueco de debajo de la cama, estaba hecho de vacío. Y para destruirlo tenía que enfrentarme a él, porque no se puede vivir con miedo eternamente. Una noche me armé de valor, y abrazada a mi peluche favorito me agaché a mirar debajo de la cama. No había nada. Entonces entendí lo que mi padre quería decirme. El miedo está hecho de nada. Y no hay sentimiento más triste y vacío que la ausencia del mismo. Desde entonces, cada vez que me siento fría y vacía por dentro, me agacho a mirar debajo de la cama, para recordarme a mí misma que los sentimientos no mueren, sólo los escondemos por miedo a que nos hagan daño. Sigo teniendo miedo a la oscuridad, pero no porque crea que el monstruo existe. Sino porque hay personas que están tan vacías e intoxicadas por dentro que me producen la misma sensación que sentía entonces. Cuando creía en el monstruo de debajo de la cama. #ratosdetintaypapel #novelaenconstruccion #writing #inspiration #memories #pages #feelings #lovewhatyoudo #dowhatyoulove

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