martes, 15 de octubre de 2013

Stand by.

Caminaba con paso rápido y mirada al frente, con sus cascos de música emitiendo el sonido del It's Time de Imagine Dragons a todo volumen, sin necesidad de detenerse en ningún  detalle externo que llamara su atención. Estaba bien así, se sentía a gusto consigo misma. De pronto un hombre de aspecto que ni si quiera tuvo tiempo de apreciar pasó junto a ella, y el olor a Armani Code la envolvió como si de un bálsamo para sus pulmones se tratara, abriendo todos y cada uno de los poros de su piel, de su cuerpo y de su alma. Algo cambió, en aquel momento. Se sintió rara al atravesar el parque, y no pudo evitar detenerse en uno de sus bancos. No en uno cualquiera, aunque aparentemente todos fueran iguales. No lo eran. Continuó caminando desconcertada, sin comprender del todo qué era lo que le estaba sucediendo, a qué venía ese sudor frío, por qué su ritmo cardiaco parecía latir de manera diferente a la habitual. Sus piernas le condujeron de manera mecánica y rutinaria hasta su lugar de trabajo de siempre, pero algo había cambiado. El patio interior tenía un aspecto distinto al de mañanas anteriores, y aquel pasillo del edificio central, con las personas que lo recorrían como de costumbre, era algo más que dos paredes con puertas y fotos enmarcadas, respiraba historias contadas de años atrás, protagonizadas por algunas de ellas. Poco a poco, sin querer hacerlo, comenzó a recordar. Recordó aquellas líneas en las que Él salió de casa con unas bermudas azul marino, unas sandalias de cuero y una camiseta gris de manga corta, y Ella le miró extrañada, con cara de "qué haces con esa ropa en pleno Octubre", a lo que Él se limitó a responder con una cálida sonrisa. Entonces Ella, que se estaba muriendo de calor con sus vaqueros largos y su jersey de lana, sonrió también, al tiempo que se lo ataba a la cintura dejando sus bronceados brazos al descubierto, y remangaba los bajos de sus pantalones...  << Me acuerdo de ti >>. Pensó mientras sacaba lápiz y papel. << Posiblemente algún día se me pase, se me olvide y no serás sino un buen recuerdo en medio de una etapa difícil, una chispa de energía en plena oscuridad, una huella de arena en la inmensidad de una playa que las olas arrastrarán mar adentro hasta no dejar mas que los restos de lo que fue, de lo que pudo haber sido, y no es. Restos. Siempre quedan restos. Cenizas de lo que en su momento eran llamas, que te dejan con las dudas de si algún día podrán volver a resurgir. Incertidumbre. Las consecuencias de no poner punto y final a algo por miedo a que se consuma del todo y acabar perdiéndolo para siempre. Demasiado tiempo, el parasiempre. Cuesta desprenderse de lo que puede merecer la pena, así sin más, sin motivo aparente. Porque puede merecerla, es así. Esas cosas se saben. Quizás el echardemenos suene demasiado fuerte, los sentimientos están en punto muerto, como dormidos, aletargados a la espera de un estímulo que les haga volver a tomar protagonismo y no consumirse entre las garras del olvido, y la distancia y el tiempo se encargan de lidiar con el resto. Pero sí. Hoy me he acordado de ti. Todavía me acuerdo de ti. Y en algún sitio lo tenía que escribir. >>

2 comentarios:

  1. Ha empezado al final de su calle, ha recorrido años y kilómetros de vivencias para volver al presente y terminar escribiéndolo en el papel... y todo en cuestión de minutos.
    Para que luego digan que no hay nada más rápido que la luz, no conocen tu cabeza ;)

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    1. ooooooooh!! Gracias por el comentario, y por leerme.
      Me ha encantado :)

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