Me
aburren. Soberanamente, de manera desmesurada, les miro a la vez que
intento hacer un tremendo esfuerzo por prestar atención a la
cantidad de banalidades absurdas que pueden llegar a salir de sus
bocas. No consiguen convencerme ni lo más mínimo, y no se cómo
pueden llegar a ser tan estúpidamente egocéntricos como para no ser
conscientes de que quienes tienen a su alrededor no están
interesados en lo que con falso entusiasmo intentan transmitir.
Tiendo a desconectar, delante suyo, con descaro y sin ningún tipo de
disimulo, incluso en ocasiones ni me molesto en mirarles mientras
hablan. Y ni por esas, se percatan, ni por esas, se cansan, ni por
esas, se callan. Y siempre se
quejan de todo, a la vez que fingen no darle importancia a nada.
Viven de esperanzas, pero en realidad, no saben ni qué es lo que
esperan...y justamente por eso, aparentemente, no esperan
absolutamente nada.
Si es que, sabes escribir y punto :)
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