Sonrisas, lágrimas, abrazos de los que huelen bien. Complicidad dentro, se dónde estás, te miro y se lo que quieres, se lo que intentas...y fuera, entiendo lo que dices, se lo que piensas. Tulipanes con forma de margaritas, fotos perfectas, cajas de leche y galletas, matrimonios de pega. Los bajones de azúcar. Charlas serias, a pesar de mi estúpida dificultad para ello, de mi absurda manía de poner barreras cuando se trata de sentimientos. Siempre ahí, cuando no te lo pedía, pero más lo necesitaba. Y yo también, o lo intentaba. Y ahora sin embargo te miro, y me siento extraña. Y siento pena, rabia, me das respeto, y me enfado conmigo misma por no saber reaccionar, ni qué decir, ni cómo hacerlo. Hubo un tiempo en el que nos hacíamos llamar amigas...pero hoy, me quiero un poquito menos.
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